Por lo tanto, hablar con una audiencia nos hace vulnerables a un posible rechazo social, por eso nos aterra la idea de hablar en público, y nuestro cerebro, al sentir miedo, dispara los tres mecanismos de supervivencia: parálisis, huida y ataque.
eduardomuro3516860has quoted2 months ago
se dijeran a sí mismos “¡estoy emocionado!”.
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el grupo que debía repetirse “¡estoy emocionado!” se sintió más capacitado para manejar la presión y rindió mejor en su ponencia. Es decir, que a pesar de sentir miedo, se sentían con mayor confianza en sus habilidades para dar su discurso.