Estarás atado para siempre —dijo Lionel con calma, sus nudillos ensangrentados brillando bajo la luz de un fuego que había lanzado sobre nosotros—. Lance Orion, protegerás a mi hijo en detrimento de tu propia vida. Nada será más importante para ti que eso —anunció y mis esperanzas y sueños vacilaron ante mis ojos.