viajero, por más hechos que encuentre en su camino, nunca los podrá entender si no conoce en todo momento su significación. Las estadísticas no valen mucho en un país de casi cuatrocientos millones de almas. Por ese motivo, considero que los «diarios de viaje» a un país exótico la mayor parte de las veces no son sino literatura: y, aun así, no de la mejor. El ambiente y el sentimentalismo son dos graves tentaciones del europeo en cuanto atraviesa el canal de Suez.