El mundo es el conjunto total de los contenidos del flujo de vivencias, tanto de las cosas que son percibidas externamente, como de los estados de consciencia, por eso se atreve Husserl a afirmar que la consciencia es vivencia intencional: “En la percepción es percibido algo […] en el amor es amado algo, en el odio es odiado algo, en el apetito es apetecido algo” (Husserl, 2002: 491).