Phillip Lopate

Al escribir unas memorias, el truco, me parece, consiste en plantear una doble perspectiva que permita al lector participar indirectamente en la experiencia tal como fue vivida (por ejemplo, las confusiones y los malentendidos del niño) y al mismo tiempo beneficiarse de la compleja sabiduría del yo adulto del autor.

hemos logrado la distancia suficiente para empezar a vernos en tres dimensiones, condición necesaria para trascender el ego o, al menos, para escribir una no ficción personal que pueda llegar a los demás.

siempre me han atraído esos pasajes en que la narración adopta un giro analítico, interpretativo, generalizador: me parecen el postre, el premio de la prosa.