Jon Azkueta Castro

¿para qué voy a contar que he subido con una vecina que me ha ignorado? No tiene sentido. No es importante. ¿No?

Pese a no acertar con su talla, está guapa.

Esto último me molesta mucho porque, aunque no entiendo el porqué, la quiero conocer...

he pulsado el botón por ella y se ha dibujado una simpática mueca en su precioso rostro lleno de pequitas...

me da vergüenza admitir que me estoy obsesionando con alguien que apenas conozco.

¿Qué me ocurre? ¿Acaso esto es estar enamorado?

De golpe, ella avanza, y me abraza. Oh, joder. ¡Me está abrazando! Si lo anterior era un chispazo, esto es una explosión nuclear.

Tengo cierto respeto a los ascensores. Pero a mí tampoco me importaría quedarme encerrada si fuera contigo.

¿Novio? —Sonríe.

Yo también sonrío. Qué bien me cae esta mujer.

—El amor te hace bello... Por eso Rebeca ahora está más bella. —Me señala.