YHWH crea al hombre con la intención, según el Génesis, de que sea el señor de su creación, pero, por un fallo trágico, el ser humano, hombre y mujer, decide desconfiar de su bondad expulsándose a sí mismo del paraíso creado para ambos. Para acompañarlo en su itinerario vital de retorno al paraíso que añora, YHWH elige personas y mediadores que sirvan de acompañantes. No es amistad, no es hacer compañía, compartir afinidades o dar consejos. La Biblia nos muestra que el acompañamiento es la pretensión amorosa, desde la eternidad, de un Dios Creador para con su criatura, para que esta, que por un acto de libertad decidió