Todavía no se trata de un interés biológico. No estás interesado en tener niños, no estás interesado en convertirte en marido o en esposa, no. Éstos son los años del juego romántico. Estás más interesado en la belleza, en el amor, en la poesía, en la escultura, que son diferentes fases del romanticismo. Y a menos que una persona tenga cierto romanticismo nunca sabrá qué es la culminación. El sexo se halla justo en la mitad. Cuanto más largo sea el preludio, más posibilidades habrán de alcanzar el clímax; cuantas más posibilidades tengan de alcanzar el clímax, mejor será el inicio de la culminación. Si una pareja no conoce la culminación nunca sabrá qué es el sexo en su totalidad.