Los cambios en la estructura y el modelo de las familias, factor que redunda en el debilitamiento de las figuras de referencia parental. Cuando además de los cambios sociales relacionados con el contexto familiar, incluimos cambios en el modelo de familia, la situación se puede volver más compleja. Por ejemplo, en el caso de parejas que se separan y que no son capaces de encontrar un espacio de acuerdo para el mantenimiento del estilo de crianza y educación de los hijos, algo que lamentablemente es cada vez más frecuente y tiene un enorme peso en los trastornos de conducta en los adolescentes.