¿No te das cuenta de que seguir al pie de la letra los tres puntos anteriores te llevará casi siempre al matrimonio? A menos que surjan serios obstáculos fuera de tu control, de una mujer con la que has vivido algo así no podrás separarte... Se convertirá en alguien más que importante para ti, en una compañera imprescindible... San Pablo dice que el estado más perfecto para que ciertos hombres desarrollen todas sus potencialidades intelectuales y espirituales es el celibato, pero también dice que para otros (para la mayoría, diría yo) es mejor casarse. Casado, el incontinente sexual hallará paz para su cuerpo y sosiego para crecer mentalmente. El matrimonio permite una madurez y estabilidad inalcanzables en la soltería. Pero, ¿cómo hacerle comprender a un joven amante de la lascivia que debe casarse para su propio bien y desarrollo? Muy sencillo. "Ten relaciones sexuales cuidándote de cumplir con esos tres requisitos y Dios mismo bendecirá tu unión, pues habrás tomado el camino para algo definitivo."