Sin embargo, no es así como el público se imagina a los asesinos en serie. La mayoría de las personas creen que el asesino en serie es como el Dr. Jekyll y Mr. Hyde: un día es normal y al día siguiente algún impulso fisiológico se apodera de él, su pelo empieza a crecer, sus dientes se alargan y, cuando hay luna llena, tiene que cazar otra víctima. Los asesinos en serie no son así. Están obsesionados con una fantasía y tienen lo que llamaríamos «experiencias por satisfacer», que pasan a formar parte de la fantasía y les empujan a cometer el próximo asesinato. Éste es el verdadero significado del término «asesino en serie».