Dicho de otro modo, al parecer Obama expresó las ideas más apropiadas. Todos los medios tradicionales lo felicitaron por sus palabras sanadoras. Pero los nuevos datos compilados en internet, a manera de suero de la verdad digital, sugieren que en realidad el discurso tuvo un efecto contrario a su objetivo principal. De acuerdo con dichos datos, Obama no calmó a la turba enfurecida, como se creyó que había hecho, sino que en realidad avivó las llamas. Las cosas que creemos eficaces pueden tener el efecto exactamente contrario al que esperábamos. A veces necesitamos los datos de internet para corregir nuestra propensión a la complacencia.