Siglo XXI Editores México

  • María C. Sanabria Santiagohas quoted10 months ago
    El primer no de las mujeres a los otros,
    es el primer sí a sí mismas
  • Alejandra Arévalohas quoted2 years ago
    Los juguetes habituales son esencialmente un microcosmos adulto; todos constituyen reproducciones reducidas de objetos humanos, como si el niño, a los ojos del público, sólo fuese un hombre más pequeño, un homúnculo al que se debe proveer de objetos de su tamaño.
  • Yeni Rueda Lópezhas quotedlast year
    El arte y la vida no son lo mismo, pero deben convertirse en mí en algo unitario, dentro de la unidad de mi responsabilidad.
  • Mauricio Coronelhas quotedlast year
    Toda una mitología menor tiende a hacernos creer que el placer (y específicamente el placer del texto) es una idea de derecha. La derecha, con un mismo movimiento, expide hacia la izquierda todo lo que es abstracto, incómodo, político, y se guarda el placer para sí
  • Paris Leónhas quotedlast year
    (Se me dice: ese tipo de amor no es viable. Pero ¿cómo evaluar la viabilidad? ¿Por qué lo que es viable es un Bien? ¿Por qué durar es mejor que arder?)
  • Lourdes Rodriguezhas quoted2 years ago
    Hay gentes que no habrían estado jamás enamoradas si no hubiesen jamás escuchado hablar del amor” (máxima 36).
  • Pamela Ipinza Mayorhas quoted6 months ago
    El asesinato que se nos representa como un crimen horrible lo vemos cometer fríamente, sin remordimientos”.7 La ejecución pública se percibe ahora como un foco en el que se reanima la violencia
  • Aniehas quoted2 years ago
    Fue precisamente en el siglo XIX cuando los locos pasaron a ser patrimonio, objeto y problema de la “higiene pública” y encomendados a la medicina. Apareció entonces (después de algunos necesarios precedentes) el manicomio como edificio necesario en todas las grandes ciudades y en todos los países tomando como modelo el “panóptico” carcelario de Bentham y se confió a los médicos (“alienistas”) la investigación y la definición de las formas de la locura que antes pertenecían al discurso teológico centrado en la posesión demoniaca y el pecado.
  • Aniehas quoted2 years ago
    En ese territorio cerrado del “loquero” —a veces campo de concentración, a veces observatorio de los lunáticos—, en el marco ideológico de la medicina clasificatoria se produjo la distinción de cinco clases fundamentales: melancolía, manía con delirio, manía sin delirio, demencia e idiotismo, propuesta por Philippe Pinel (1745-1826) que publicó en 1801 su Traité médico-philosophique sur l’aliénation mentale. El “alienista” francés consideraba estas “vesanias” como un desarreglo de las “facultades cerebrales” —¡ya entonces!— que podía deberse a causas físicas o directamente cerebrales, causas hereditarias y causas morales (como las pasiones intensas y fuertemente contrariadas o prolongadas y los excesos de todo tipo). Esta distinción, con distintos ropajes o disfraces, sigue vigente hoy en día en el pensamiento psiquiátrico en materia de etiología: organogénesis neurológica, tara genética y trastornos psicogenéticos como el tan famoso “trastorno de estrés postraumático” (PTSD, en inglés).
  • Aniehas quoted2 years ago
    Con el siglo XX llegaron las nuevas clasificaciones que ampliaban el campo e incorporaban nuevas categorías. El adalid de esa nueva psiquiatría basada en la descripción de los trastornos o enfermedades, fue Emil Kraepelin (1856-1926) con ya ¡14! categorías. Él sistematizó el campo de las psicosis (término que se incorporó al vocabulario médico en 1856), incluyó la dementia praecox (que acabó siendo sustituida por el vocablo acuñado en Suiza en 1911 por Bleuler, “esquizofrenia”) e incluyó un capítulo para las “personalidades psicopáticas” que habrían de transformarse en el hoy amplio espectro de “trastornos de la personalidad”.
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