El cambio de actividad y ritmo le había permitido darse cuenta de lo que sucedía en su interior y prestarle atención. Descubrió que era capaz de volver a conectar consigo mismo, así como de establecer nuevas conexiones con otros. Su percepción de lo que era importante cambió. Fue un momento de reajuste, de regeneración, de nuevas ideas y perspectivas. Hizo que su pensamiento fuera más profundo.