«¿Crees que las cosas pasan por alguna razón? Yo pienso que sí. Aún no sé cuál es la razón por la que has aparecido en mi vida, pero siento decirte que no tengo el valor de averiguarlo. No me preguntes por qué, ya que no vas a tener la oportunidad de hacerlo. No sabes quién soy y cuando te dije que podría hacerte daño hablaba muy en serio, por alguna razón no quiero hacerlo y sé que, con estas palabras, cuando termines de leer este papel, aunque no sé si llegarás a esta parte, ya te lo habré hecho.
» No puedo estar en tu vida, no sería bueno para ti estar con alguien como yo. Todo lo que toco acaba estropeándose y tú eres demasiado buena como para que te pase algo así. Me lo agradecerás algún día, hazme caso, sé de lo que hablo. Sigue siendo tan especial, no dejes que nadie te haga sentir que no vales, porque estará muy equivocado, eres brillante, preciosa y seguro que conseguirás todo lo que te propongas. Yo, sin embargo, no puedo aspirar a más de lo que soy. ¿Qué te podría dar? Nada, hazme caso, lo sé.
» Solo voy a pedirte dos cosas, no dejes que ningún tío te haga creer que puede manipularte, eres una chica con mucho carácter. Aunque no hemos tenido tiempo de conocernos, apenas hemos cruzado unas palabras, siempre que hemos acabado uno al lado del otro, besándonos. Tú te mereces a alguien que te escuche, que sepa valorarte. Yo no soy esa persona y en este instituto no creo que haya nadie así para ti. Eres mejor que todos ellos, eres mejor que yo.
» Lo segundo y último que te voy a pedir es que no intentes preguntarme a qué viene esto, porque negaré haber escrito estas líneas, negaré que cada vez que te he besado lo he hecho porque necesitaba hacerlo más que el respirar.
» Adiós, Haley»