En cambio, cuando alguien es sincero en su deseo de llegar hasta el fondo de su corazón, de expulsar el mal, purificarse y dominarse más cada día, para conocer y hacer la Verdad, ¿dónde está el problema? Sólo es cuestión de tiempo, porque es seguro que ese alma irá adelante en lo espiritual. La norma que debe seguir es tan simple y hasta trivial que al principio se sorprenderá de oírla. Dios hace cosas grandes con métodos sencillos y los hombres se retraen de ellos por orgullo, precisamente porque son sencillos