A la metodología de Brande subyace una potente propuesta ideológica: partiendo de la premisa de que hay seres humanos más capaces que otros —¿más dotados?, ¿más desinhibidos?, ¿más sensibles?, ¿más observadores?, ¿con más facultades introspectivas?, ¿más mágicos?—, partiendo de una diferencia —¿genética?, ¿social?, ¿educativa, ¿económica? Brande no se mete en esos jardines—, en Para ser escritor se aboga por la posibilidad de democratizar la literatura, de hacerla accesible, a través de las enseñanzas literarias