Vanessa R. Migliore

Para todas aquellas a las que el sistema nos ha hecho sentir pequeñas,
a las que nos han quitado las ganas de luchar.
El mundo es nuestro;
lo conquistaremos juntas.

Amaba los libros y hubiese deseado aferrarse a la promesa de una historia romántica

, de un futuro prometedor y una vida apacible lejos de la oscuridad que habitaba en las almas.

siempre le había gustado el silencio, esa paz en sus pensamientos cuando el ruido cesaba y todo se quedaba quieto.
Era ese tipo de vacío, de ausencia, lo que le permitía entenderse a sí misma y regodearse en su soledad. El silencio le ofrecía una tregua a esa voluntad demandante que aguardaba entre las sombras de su alma.

Lira se preguntó si él todavía recordaba el momento en el que había hechizado su corazón y luego lo había roto con el silencio.

era un apasionado de las leyendas que escondían los objetos. El arte alimentaba su alma

Puede que te parezca social y encantador, pero nunca me ha gustado demasiado la gente, al menos no tanto como la comida. Extraño el sabor del queso, la nata dulce y, por supuesto, las ciruelas. —

Le frustraba esa capacidad para encerrarse en sí mismo y evitar que ella leyera su expresión.

—Tengo a Sophia —admitió—. Pero incluso aunque no estuviese en mi vida, no tengo miedo a la soledad. Me gusta, me siento cómoda conmigo misma. Sophia simplemente me mantiene atada al mundo.

—¿Te molesta la soledad? —preguntó Eliot con tanta franqueza que ella no pudo más que pestañear y saborear su tristeza—. Llevo años preguntándome cómo otros la esquivan cuando yo me siento completo, nunca he sido capaz de dar con una respuesta.