Con todo, si se pretende conducir la terapia con un mínimo de posibilidades de éxito, se ha de dejar bien establecido desde el principio que el diagnóstico psiquiátrico es diferente, porque, por lo general, no hay lesiones ni disfunciones físicas objetivables subyacentes, problemas de hardware o averías del ordenador, sino que se trata más bien de problemas de software, equiparables a una desprogramación o a los efectos de un virus informático.