La presbitocracia «es la vista cansada que engendra el poder. Una enfermedad que afecta generalmente a aquellos que gobiernan, impidiéndoles ver a las personas con las que se cruzan en los pasillos. La cura se produce brutal y milagrosamente cuando los presbitócratas pierden las elecciones. Entonces recobran la vista y saludan, incluso besan, a aquellos que antes eran invisibles», explica el exvicepresidente del gobierno español, Alfonso Guerra