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Jane Lazarre

  • Armando El Guatequehas quotedlast year
    El nudo materno nos enseña que ser madre es lo mejor del mundo y es también lo peor; que ser madre es tener un poder omnímodo sobre otro y es también ser esclava de ese otro; que ser madre es una identidad que te devora hasta el punto de no poder ser otra cosa y es también (dolorosamente) compatible con seguir siendo hija y otras muchas cosas más.
  • Armando El Guatequehas quotedlast year
    Cada vez más necesitaba tener amigas mujeres con quienes poder hablar sobre el conflicto que genera la maternidad, es decir, el conflicto de mi vida. Y, aunque me entristecía alejarme de James en este aspecto, me hacía más fuerte sin él
  • Armando El Guatequehas quotedlast year
    Solo cuando James y yo estábamos sin Benjamin, nuestro amor recobraba sentido y éramos capaces de reconocer nuestra mutua elección, una elección que podíamos anular o reafirmar, y yo estaba segura de que lo amaba; entonces fui consciente de que, si me entregaba enteramente a la maternidad, tarde o temprano acabaría dejándolo
  • Armando El Guatequehas quotedlast year
    Cuando las madres dejan de competir y logran hacerse amigas, es posible llegar a compartir con sinceridad ese tipo de dudas, miedos y autoacusaciones tan propios de las mujeres. Una vez que se dice la verdad, las mujeres conectan entre ellas como los hombres que han servido juntos en el mismo batallón
  • Armando El Guatequehas quotedlast year
    James, hermano, compañero de celda, camarada, duro superviviente de la desaparición del amor, ¿podremos con otro hijo
  • Armando El Guatequehas quotedlast year
    Ya no me engaño pensando que es feliz o que está realizada. Solo sé que sigue. Con los años, los años, aprenderá a expresar amor cuando solo sienta odio y fatiga. Pronto estas dos emociones no serán tan esencialmente distintas. En mitad de la noche oscura número cuatrocientos, durante un momento efímero destinado a desvanecerse, solo habrá una mano que acaricia rítmicamente la piel de un niño; el amor está en los dedos. La cólera que horada el corazón no dañará al niño, de momento
  • shinla00has quotedlast year
    Desde que había dado a luz, poco a poco me fui resignando a vivir en una confusión permanente. Pese a mi temperamento, pese a una infancia rica en figuras que representaban la independencia femenina, encabezada por mi madre, mis tías, las amigas de mi madre, que conservaban sus apellidos de solteras, sus profesiones y su orgullo infinito, lo que realmente me sorprendía era haber caído víctima de los convencionalismos de la maternidad. Al fin y al cabo, ¿tanto poder tienen las convenciones?
  • Bianca Beltránhas quoted2 years ago
    El cuerpo de James apenas había cambiado en los últimos tres años. Yo agradecía que el mío reflejara las transformaciones de la maternidad. Porque estos cambios físicos eran una señal indiscutible de que había superado un rito de paso y salido con vida. La maternidad había dejado sus huellas en mi vientre, en mis pechos planos, en mi percepción del dolor.
  • Bianca Beltránhas quoted2 years ago
    Por una vez en la vida, las palabras, los pensamientos, los conceptos o las ideas de cualquier índole dejaron de ser prioritarios, incluso pasaron a ser de difícil comprensión. Por una vez, mi carne tangible y perecedera era ahora un hogar propio. Empecé el proceso maternal sufriendo como un animal debido a la transformación física. Tal como los chicos adolescentes de las sociedades tribales se someten a las incisiones en la cara como señal de entrada en la edad adulta, ya también comprendí cómo un cambio espiritual devenía un cambio físico, y aprendí a convertir lo abstracto en concreto. Teniendo en cuenta que las costumbres y los ritos de paso de mi cultura eran nimios o incluso destructivos, el impacto de mi experiencia no era menor. Pues una vez cumplido, ese acto era personal e intransferible. Mi vínculo con Benjamin era ahora una realidad esencial.
  • Bianca Beltránhas quoted2 years ago
    A Benjamin, a mi padre y a mi hermana, no los quise por elección propia, sino que eran casi extensiones de mi propio ser. Pero mi relación con James estaba a otra escala. Yo lo escogí a él para darle mi amor o incluso retirárselo según las circunstancias, porque formaba parte de mi vida, más que la vida misma, y por esa razón lo amaba de una manera especial. Pues era con él, y solo con él, con quien quería compartir mi vida.
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