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Juan Ramón Jiménez

  • Samuel David Riveros Fonsecahas quotedlast month
    LA cumbre. Ahí está el ocaso, todo empurpurado, herido por sus propios cristales, que le hacen sangre por doquiera. A su esplendor, el pinar verde se agria, vagamente enrojecido; y las hierbas y las florecillas, encendidas y transparentes, embalsaman el instante sereno de una esencia mojada, penetrante y luminosa.

    Yo me quedo extasiado en el crepúsculo. Platero, granas de ocaso sus ojos negros, se va, manso, á un charco de aguas de carmín, de rosa, de violeta; hunde suavemente su boca en los espejos, que parece que se hacen líquidos al tocarlos él; y hay por su enorme garganta como un pasar profuso de umbrías aguas de sangre.

    El paraje es conocido, pero el momento lo trastorna y lo hace extraño, ruinoso y monumental. Se dijera, á cada instante, que vamos á descubrir un palacio abandonado... La tarde se prolonga más allá de sí misma, y la hora, contagiada de eternidad, es infinita; pacífica, insondable...

    —Anda, Platero..
  • diegophas quoted3 months ago
    Parece, Platero, mientras suena el Angelus, que esta vida nuestra pierde su fuerza cotidiana, y que otra fuerza de adentro, más altiva, más constante y más pura, hace que todo, como en surtidores de gracia, suba á las estrellas, que se encienden ya entre las rosas... Más rosas.... Tus ojos, que tú no ves, Platero, y que alzas mansamente al cielo, son dos bellas rosas
  • diegophas quoted3 months ago
    LA FLOR DEL CAMINO
    QUÉ pura, Platero, y qué bella es esta flor del camino! Pasan a su lado todos los tropeles—los toros, las cabras, los potros, los hombres—, y ella, tan tierna y tan débil, sigue enhiesta, malva y fina, en su vallado triste, sin contaminarse de impureza alguna
  • diegophas quoted3 months ago
    ...¡Sí, sí! ¡Cantad, soñad, niños pobres! Pronto, al amanecer vuestra adolescencia, la primavera os asustará, como un mendigo, enmascarada de invierno
  • diegophas quoted2 months ago
    ¡Benditos pájaros, sin fiesta fija! Con la libre monotonía de lo nativo, de lo verdadero, nada, á no ser una dicha vaga, les dicen á ellos las campanas. Contentos, sin fatales obligaciones, sin esos olimpos ni esos avernos que extasían ó que amedrentan á los pobres hombres esclavos, sin más moral que la suya, son mis hermanos, mis dulces hermanos
  • diegophas quoted2 months ago
    Viajan sin dinero y sin maletas; mudan de casa cuando se les antoja; presumen un arroyo, presienten una fronda, y sólo tienen que abrir sus alas para conseguir la felicidad; no saben de lunes ni de sábados; se bañan en todas partes, á cada momento; aman el amor sin nombre, la amada universal.

    Y cuando las gentes, ¡las pobres gentes!, se van á misa, los domingos, ellos, en un alegre ejemplo, se vienen de pronto, con su algarabía fresca y jovial, al jardín de las casas cerradas, en las que algún poeta, que ya conocen bien, y algún burrillo tierno, los contemplan fraternales
  • Victor Valderramahas quotedlast year
    existe una edad de oro.» Pues por esa edad de oro, que es como una isla espiritual caída del cielo, anda el corazón del poeta, y se encuentra allí tan á su gusto, que su mejor deseo sería no tener que abandonarla nunca.
  • vanessa flores navahas quoted8 months ago
    Ahí está el ocaso, todo empurpurado, herido por sus propios cristales, que le hacen sangre por doquiera.
  • Beluhas quotedlast year
    Esta flor vivirá pocos días, Platero, pero su recuerdo ha de ser eterno. Será su vivir como un día de tu primavera, como una primavera de mi vida. ¡Ay! ¿Qué le diera yo al otoño, Platero, á cambio de esta flor divina, para que ella fuese, diariamente, el ejemplo sencillo de la nuestra
  • Beluhas quotedlast year
    La luna, se cae, rojiza y soñolienta. Ya el canto está borracho de luna, embriagado de estrellas, romántico, misterioso, profuso. Es cuando unas grandes nubes luctuosas, bordeadas de un malva azul y triste, sacan el día de la mar, lentamente...
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