Le digo a mi abuelo que me asusta la noche, prefiero el día y la luz.
Le digo a mi abuelo que me gusta sentir el pasto en mi espalda.
Le digo a mi abuelo que quisiera ser eterno como las estrellas.
Le digo a mi abuelo que me gustaría llamarme Estrella.
Mi abuelo dice que estoy loco, que soy un tonto,
los hombres no se llaman Estrella ni les gusta sentir
el pasto en sus espaldas
ni quieren ser eternos.
Somos hombres, duramos poco.