De lo mejor que he leído de literatura mexicana en los últimos años, y vaya que no está narrada en las ciudades que ya sabemos, ni menciona a lugares conocidos del primer cuadro de la Ciudad de México.
Temporada de huracanes es una novela cruda del barbarismo que reina en la candente provincia olvidada, en las rancherías, entre cañales donde lo único que consuela los lomos quemados por el sol y marginación social es el aguardiente y las sobras.
Ahí gotea la miseria y el tiempo de manera tan lenta que lo único que lo cambia son las fuerzas que vienen de fuera, la violencia de lo desconocido.
Tremendo libro. Por cierto, en Frontera, Tabasco, Netflix está realizando una adaptación de esta maravillosa novela.