El deber de un huei tlatoani mexica, en efecto, no era solamente custodiar la cosa pública, mantener contentos a los dioses y cuidar del pueblo: su tarea principal era, sobre todo, expandir las fronteras del imperio y castigar a los pueblos rebeldes, que no entregaban el tributo, cerraban los caminos a los recaudadores y mataban a los viajeros y comerciantes mexicas