A veces me despierto
A veces me despierto del sueño
para darme cuenta de que mil años han pasado.
Y todo a lo que estaba atado
parece antiguo, cubierto
por capas de olvido.
Pero la verdad es que este oso que duerme en la nieve
todavía me llama por mi nombre,
el que yo tenía hace mil años.
¿Qué tal si, al menos una vez, me atreviera
a no responder?
O qué tal si, al menos una vez, le dijera:
Mil años han pasado
y tú ni siquiera lo sabes