Helen Flix

i le castramos con un exceso de protección (el equilibrio está en guiar su proceso, dejarlo experimentar bajo vigilancia silenciosa o dejarlo caer en lugares seguros) no podrá desarrollar su Ser interno; no confiará en sí mismo, pensará que es malo, débil, incapaz de valerse solo, o crecerá con la idea de que está rodeado de amenazas constantes. Sin seguridad, el Ser interno no puede desarrollarse, no podemos confiar (tener fe) en que la vida nos protege, que confía en nuestras capacidades y aptitudes, nos quedamos sin el coach interior y solo florecerá el crítico interno.

Si fomentamos la actitud de «dime la verdad o te castigo» educamos algo que en la consciencia es falso. El niño solo cae en la tentación de mentir porque está bajo la presión del miedo, y miente porque ha asociado la verdad con el miedo, así que para poder dominar el miedo aprenderá a decir lo que aparentemente queremos escuchar los padres y como consecuencia nos miente

Todas estas respuestas suministran la fortaleza, el vigor y la capacidad para responder rápidamente

LOS MIEDOS SON EDUCADOS

De los 13 a los 16 años. Es la etapa más temida por los padres y posiblemente la más dura de la infancia. Se comienza a apreciar la mente planificadora (lóbulos frontales) y la total revolución hormonal que pone a prueba la mente emocional del joven, de sus padres y de sus profesores. La rebeldía en el hogar es el ensayo de las habilidades del joven antes de entrar definitivamente en el mundo adulto. Si no la gestionamos bien y lo arrasamos con nuestra autoridad paterna, le enseñamos actitudes pasivas (evasivas) ante las diferencias de opinión o la defensa de sus derechos. De adulto, sus jefes abusarán de él, tendrá miedo de defender sus derechos. Si reacciona con actitudes agresivas que nosotros fomentamos por exceso de permisividad o de represión, aprenderá a reaccionar agresivamente en las situaciones en las que sienta miedo a la frustración, a no poder defender sus ideas, a otras opiniones. Solo generará una actitud asertiva si le enseñamos a negociar y a entender sus emociones

Las conductas asertivas nos ayudarán a tener una mejor autoconsciencia y una más alta autoestima, generando en nosotros un lenguaje positivo que ayudará a pensar positivamente

PENSAMIENTO (Diálogo interno) → SENTIR → CONDUCTA

Valiente es aquel que hace las cosas aunque sienta miedo, quien las hace sin miedo es habilidoso

Hablo del poder de ser consciente de uno mismo y ser libre, ya que dejamos de esperar que los otros nos satisfagan, que nos compensen

El poder del que hablo es la capacidad de lograr hacer aquello que uno quiere y desea de corazón. Este poder elimina la inquietud y nos coloca en un centro permanente de alta autoestima y paz interior