patatas, cuyos tubérculos son en realidad tallos subterráneos engrosados y especializados en el almacenamiento de sustancias nutritivas, cuando el tubérculo está maduro y recibe luz solar, comienza a desarrollar numerosas yemas (los ojos de la patata) que se convertirán en nuevas plantas independientes, todas la misma, a expensas de las reservas alimenticias del tubérculo.