Lo hablaremos con anticipación, si tenemos el tiempo suficiente y dentro de lo posible para ir preparándolo. En caso de no poder contar con dicho tiempo, decirle el cambio con calma y fundamentando los motivos. Siempre es bueno dar una fundamentación de lo sucedido. Por qué pongo fundamentación y no explicación, porque no debemos explicar lo sucedido, sino que tiene que saber por qué lo hacemos. Como adultos DEBEMOS TOMAR DECISIONES Y NO SIEMPRE DEBEMOS EXPLICARLAS, SINO FUNDAMENTAR EL PORQUÉ DE DICHA DECISIÓN, que, aunque parece lo mismo, son miradas diferentes