Sí, evade el pasado. Prefiere sufrir un poco por tu ciudad herida y renegar de sus calles rotas, del monstruo en que se ha convertido, de los tantísimos automóviles, del exagerado ruido, el montón de personas que van y vienen urgidas cada una con sus prisas, de los terregales o la mucha basura acumulándose por doquier. Sí, el mundo es una maltratada realidad.