¿Quién es Rumkowski? No es un monstruo, pero tampoco es un hombre como todos; es como muchos, como muchos entre los frustrados que prueban el sabor del poder y se embriagan. El poder es como la droga: quien no lo ha probado no siente la necesidad, pero tras la primera prueba, que puede ser fortuita, nace la adicción, la dependencia, y la necesidad de dosis cada vez más grandes. Nace incluso el desprecio de la realidad y la vuelta a los sueños infantiles de omnipotencia.