creo sinceramente que no se puede hallar solamente fuera lo que tenemos dentro. Corremos y luchamos por lograr cosas externas, nos dejamos la piel y algunos hasta la vida, y cuando obtenemos algo, resulta que no nos llena o terminamos por acostumbrarnos y aburrirnos, volviendo al sentimiento de insatisfacción; cuando no lo conseguimos, nos sentimos frustrados y desdichados. Pienso que el verdadero bienestar no es sólo un estado externo, sino también una situación anímica, un estado mental y emocional. Todos deberíamos poner condiciones para mejorar nuestra calidad de vida externa, pero sobre todo para mejorar la interna, porque muchas veces no se pueden controlar las situaciones externas, pero sí nuestra actitud interior ante ellas.