Petržalka es un lugar donde el tiempo no tiene ninguna relevancia. Viven allí seres que el resto del globo terráqueo piensa que ya no existen, que se han extinguido. Buenos y malos. Las formas de las cucarachas recuerdan a dinosaurios, la voz del vecino no sale de la garganta, sino de entre los colmillos de una fiera.