Pablo Arribas

Hay que tener un amante. ¿Y qué es un amante? Alguien o algo que nos ponga de novios con la vida y nos aparte del triste destino de durar.

Cuando no encuentras lo que buscas, tienes dos opciones: quedarte lamentando o salir a por ello.

Aquel día no solo descubrí la playa más bonita del mundo, sino que comprobé en carne propia el secreto de vivir enamorados: poner en la historia algo de ti.

Los amores más importantes de la vida no se encuentran, se construyen.

El enamoramiento externo es aquel en el que no tienes que hacer nada para sentirte fascinado. Es una flecha que te atraviesa sin pedirlo, súbitamente. Es aquel en el que te encuentras en aquellas líneas de Cortázar, donde dijo: «Uno no elige la lluvia que va a

El enamoramiento interno, por su parte, no sucede por casualidad, sino por deseo y predisposición. Es el fruto de una actitud que consiste en abrir los ojos a conciencia y formar parte del contexto. Es esa fiesta que pintaba aburrida hasta que organizaste un karaoke

Tú, por haber descubierto que para vivir

enamorado tienes que pasar a la acción.

Con frecuencia, la gente espera a amar algo para hacerlo. Esa es la forma tradicional: «Amo bucear, luego buceo».

Pero también ocurre al revés: solo cuando participo de una acción puedo llegar a amarla: «Amo el buceo en la medida en que lo hago».

pero el hecho de ser consciente de que con esta actitud no hago más que perderme partidos me sitúa en la posición de saber que hay algo que cambiar.

En la era de las oportunidades el vencedor es aquel que toma decisiones.