Quiero que se me vea en este libro en mi más sencilla manera, natural, ordinaria, sin disimulo ni artificio: porque es de mí de lo que trato. (Al lector)
Sea como sea, y fueren las que fueren mis carencias, no he intentado ocultarlas. (…) Porque aquí están mis sentimientos y mis opiniones. Los doy, no para que sean creídos, sino porque es lo que yo creo. Solo intento aquí descubrir mi modo de ser, que es posible que sea otro mañana, si un nuevo aprendizaje lo hace cambiar. Ni tengo autoridad para ser creído, ni lo deseo, porque me considero demasiado mal instruido como para instruir a los demás.