Pero el himen no se rompe y permanece roto para siempre, como una especie de sello de frescura. Si un himen se rompe o se magulla, se cura. Y el tamaño de un himen no varía según se haya penetrado la vagina.5Además, por lo general no sangra. Cualquier sangre con la primera penetración es más probable que se deba a un desgarro vaginal general por falta de lubricación que a un daño en el himen.