Durante el estreno de una de mis películas, un fascista, un joven más bien demacrado, me insultó a gritos en público en nombre de toda su bella juventud,13 y yo perdí la paciencia (de lo que me arrepiento), lo abofeteé y lo arrojé al suelo. […] No sé por qué razón, los periódicos que relataron el suceso lo tergiversaron, con ayuda de fotografías falseadas, para que yo pareciera el agresor.
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