Selma Lagerlöf (1858-1940) nació en Värmland, región en la que se desarrolla una de sus obras más conocidas, La saga de Gösta Berling, que comenzó a escribir cuando ejercía como maestra de niñas en Landskrona. Toda su obra es una reacción contra el lenguaje crudo y realista que August Strinberg había impuesto a la literatura sueca y muchas de sus novelas se basan en leyendas de Värmland que oyó en su infancia. Pudo dedicarse de lleno a su carrera de escritora gracias al apoyo financiero de la mecenas Fredrika Limnell. En 1984 conoció a la escritora Sophie Elkan, quien se transformó en su amiga y compañera de toda la vida. Es de destacar la correspondencia amorosa entre ambas, que revela la profundidad del apego de Lagerlöf hacia Elkan, quien criticaba el derrotero literario elegido por su amiga. Tras el éxito de La saga de Gösta Berling, hizo un largo viaje en compañía de Elkan hasta Palestina, donde encontró inspiración para su novela Jerusalén. En 1897 se muda a Falun, en el norte de Suecia, y allí conoce a Valburg Olander, que pronto se transforma en su asistente literaria. Olander era una activa militante del movimiento sufragista, al que Lagerlöf se sumó y al cual contribuyó con su prestigio. En 1940, poco antes de muerte, intercedió ante la familia real para que la escritora judía Nelly Sachs pudiera abandonar la Alemania nazi con su anciana madre..