Max Wilson era el único que conducía un vehículo tan intimidante y escandaloso. Lo vi bajar de la moto y comenzó a caminar dando pasos sólidos y firmes. Era evidente que le molestaba integrarse con sus compañeros, ninguno de ellos le dirigía la palabra por miedo a ser ignorado o insultado. La persona con la que se relacionaba durante las clases o en las horas de descanso era Jordan, otro chico serio y reservado.