Las personas deben saber que, del cerebro, y solo del cerebro, surgen nuestros placeres, alegrías, risas y bromas, así como nuestras penas, dolores y miedos. A través de él, en particular, pensamos, vemos, oímos, distinguimos lo feo de lo bello, el mal del bien, lo agradable de lo desagradable.
HIPÓCRATES (siglo V a. C.)