Peio H. Riaño

  • Teresahas quoted2 years ago
    El miedo institucional a llamar a las cosas por su nombre produce monstruos y víctimas. Se prefiere la amnesia visual al debate y el disenso que provocaría un cambio de título, responsable de la mirada narcotizada. Así es como estos cuadros, que apelan a las agresiones sexuales que los hombres cometen contra las mujeres, se han instalado en lo aceptable. Así es como, gracias a un título inapropiado, la belleza de la composición y la gracia de la pincelada vuelven a imponerse y a ocultar y a desactivar la quemazón de las preguntas. Que se resumen en una: ¿por qué los hombres violan a las mujeres?
  • Teresahas quoted2 years ago
    en la explicación escrita por los responsables del Departamento de Pintura Flamenca la resistencia de estas mujeres por mantener a salvo su integridad parezca algo así como una coreografía digna de ser representada en Cats o West Side Story: «Rubens idea una composición llena de movimiento en la que las figuras parecen moverse al ritmo de la música». La banda sonora de la violación
  • Teresahas quoted2 years ago
    Esa es la tarea más revolucionaria del museo contemporáneo, cambiar los modos de mirar y los marcos de representación que nos enseñan a distinguir entre lo normal y lo patológico. Cambiar también lo que ha legitimado el estigma de la diferencia, que hace que unos cuerpos sean sujetos de representación y otros de ocultación
  • Teresahas quoted2 years ago
    hacer que el museo funcionara contra los imperativos nacionales y coloniales con los que fue creado y que empiece a funcionar como un instrumento de crítica y experimentación», responde Preciado.
  • Teresahas quoted2 years ago
    El museo necesita ser el hábitat de la ciudadanía, pero en realidad es la casa de la academia: tiene discurso, pero no diálogo
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