diálogo de Platón en el que se cuestionan las nociones de piedad e impiedad, aquello que la justicia habrá de perdonar o castigar, y que en el caso de esta novela adquiere un carácter específico: la protagonista es una mujer despojada de su libertad, circunscrita a la voluntad de tres hombres más uno, Eutifrón, quien además de ser el cuarto muro de su encierro, es también la puerta de entrada y de salida, el interlocutor ante quien encara las aporías de la piedad, la justicia, el libre albedrío.