Veo que os habéis expandido un poco —comentó, al fijarse en que los hombres ocupaban ahora todo el espacio que en su momento les había dado cabida a los cuatro. De nuevo la embargó aquella sensación de vacío, al caer por fuerza en la cuenta de que, de ese modo, las habían ido eliminando gradualmente a ella y a Marcia, como si jamás hubieran existido