—Este es mi veredicto —dice Cardan, con un tono de autoridad—. Declaro el exilio de Jude Duarte al mundo mortal. Salvo que reciba el perdón de la corona, y hasta que eso se produzca, no podrá pisar Faerie so pena de ser ejecutada.
—¡No puedes hacer eso! —exclamo.
Cardan se queda mirándome un buen rato, pero su gesto es sereno, como si esperase que me contentara con el exilio. Como si yo no fuera nada más que uno de sus suplicantes. Como si yo no significara nada para él.
—Claro que puedo —replica.
—Pero es que yo soy la reina de Faerie
C MAMO jajaaj