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Ramiro Calle

  • Victor Avilés Velazquezhas quotedlast month
    Llegué a la conclusión de que había aprendido mucho menos de lo que hubiera deseado, sobre todo cuando era un joven romántico esperando de la búsqueda espiritual resultados impresionantes e incluso convertirme en un iluminado viviente. La senda de la autorrealización es larga, sinuosa y a veces está sembrada de desalien-tos, frustraciones, desvelos o incluso amargura, pero, cuando uno la toma, no hay marcha atrás.
  • Victor Avilés Velazquezhas quotedlast month
    Una cosa es aprender a nivel de la mente o el pensamiento, y otra es aprender interiorizando y consiguiendo transformarse. Sabemos muchas cosas que, como no las interiorizamos, es como si no las supiéramos. Hay solo, en apariencia, dos palmos de la cabeza al corazón, pero en realidad se encuentran a miles de leguas.
  • Victor Avilés Velazquezhas quotedlast month
    Una bacteria pone en jaque mate a nuestro cuerpo y, por supuesto, a nuestro pomposo ego. No bastaba una foto, quería más. No quería olvidar, porque, como decía el médico indio Kausik, «la tragedia está en olvidar el dolor» y volver a ser el de antes, como si la experiencia no hubiera tenido ninguna capacidad transformadora. Eso me aterraba, me sigue aterrando, porque tan dormidos estamos, tan atro-fiados psíquicamente, tan acartonados y cosificados, que nada termina de despertarnos, ni el más impactante «choque adicional», ni el más furioso de los zarandeos. Despertamos un segundo y volvemos a dormirnos.
  • Victor Avilés Velazquezhas quotedlast month
    me centraré en lo que comencé a aprender tras la misma y que puedo anticipar fue: una certeza de cuán vulnerable somos y qué poco controlamos en algunos aspectos de la vida; un sentimiento muy profundo de humildad; el convencimiento de que lo verdaderamente importante es el cariño; la urgencia por vivir lo esencial y no perdernos, como hacemos habitualmente, en lo trivial; la vivencia profunda de que la enfermedad y la muerte surgen en el momento más inesperado; el entendimiento correcto de que son inútiles los enfados, disgustos, fricciones, conflictos evitables, discusiones y preocupaciones; la vi-sión clara de lo desgastador e inútil que son las elucubraciones, la imaginación negativa y descontrolada, los pensamientos automáticos, el miedo irracional y los apegos bobos; el valor indiscutible de la disciplina, la motivación por superarse y el anhelo de humanizarse.
  • Victor Avilés Velazquezhas quotedlast month
    Lo que sí tenía muy claro era que esa experiencia tenía que enseñarme y ayudarme a eliminar muchas escorias subyacentes a mí, a pesar del trabajo interior de tantos años, porque hay muescas tan hondas que es muy difícil superar.
  • Victor Avilés Velazquezhas quotedlast month
    Nuestra madre, nuestros seres más queridos, no reúnen la fuerza suficiente para despertar nuestra consciencia y es como si nada pudiera sacarnos de nuestro circuito repetitivo y asfixiante de gustos y disgustos, nuestros apegos triviales y nuestras mezquindades, todo ello abisalmente enraizado en nosotros. ¡Profundamente dormidos, aferrados y obsesionados por todo lo que tendremos que dejar, encarcelados en un ego y secuestrados en un cuerpo que a no mucho tardar se disipará. Si la muerte de una madre no nos hace reaccionar, ¿qué podrá hacerlo? Es como el hombre que soñaba que estaba despierto y así llevaba, ante la sorpresa de todos, veinte años durmiendo. ¡Cómo se nos imponen las viejas rutinas anímicas! Tras mi enfermedad tenía infinitas expectativas de que trabajaría sin tregua sobre mi evolución interior. Ha cambiado parte de mis actitudes, pero la vieja psicología se impone y nos mete en un atolladero. ¿Cómo ahuyentar la sombra del pasado, cómo no encadenar el momento anterior al posterior, ser uno mismo en lugar de continuar siendo el alienado actor que se cree el papel que interpreta? Tenemos que estar muy al acecho de nuestra propia necedad y, desde luego, no magnificar el pensamiento ni convertir la razón en omnipotente, porque en último término es muy limitada. Cada momento es cierto y a la vez es incierto. Hoy estoy escribiendo y tal vez mañana ya no pueda hacerlo. Y si no mañana, será otro día. ¿Y cómo sabiendo que tenemos que morir, que estamos muriendo, nos permitimos tantos disgustos, enfados, bobos apegos y encadenamientos?
  • Victor Avilés Velazquezhas quotedlast month
    En suma, que había tenido la enorme fortuna de haber salido indemne, pero había funciones que reparar. Dependía de mí y aquí volví a recordar la sabia admonición de Buda a sus discípulos: «Esperadlo todo de vosotros mismos».
  • Victor Avilés Velazquezhas quotedlast month
    me he dado cuenta de que efectivamente no hay tiempo que perder y que si uno emprende un trabajo de autodescubrimiento y desarrol o de sí mismo no es para flirtear con él, sino para seguirlo hasta sus ultimas consecuencias. Subir y bajar siempre por la misma oril a no tiene fin. Quedarse a medio camino entre una y otra oril a es sufrimiento. Hay que dar el gran salto.
  • Victor Avilés Velazquezhas quotedlast month
    «Trabaja sobre ti. Se te ha dado una nueva oportunidad. No la desaproveches».
  • Victor Avilés Velazquezhas quotedlast month
    Yo había sentido desde lo más profundo, tras recobrar la consciencia después de la máxima gravedad en la que estuve, que la energía del cariño es la que realmente merece la pena y nos ayuda a motivarnos y transformarnos. Babaji me decía: «La flor del amor es la más hermosa, aunque no se encuentre en muchos jardines».
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