La gente era tan ingenua en cuanto a las plantas, pensaba Ellie, simplemente las elegía por el aspecto, del mismo modo que elegiría un cuadro para colgarlo en la pared. Nunca se le ocurría pensar que, en realidad, las plantas eran seres vivos, que realizaban activamente todas las funciones inherentes a la vida, de respiración, ingestión, excreción, reproducción… y defensa.