Diana Gutiérrez

El día que se marchó y no me llevó consigo, decidí que iría a buscarla. Cuando la encuentre, le recordaré que soy Caroline Murphy, su única hija, y que me quería demasiado para dejarme atrás. Entonces ella se reirá, admitirá su error y me abrazará. Y, aunque la mayoría de gente quiere soltarse a los pocos segundos de que los abraces, mi madre no me soltará hasta que yo se lo pida; y, si de mí depende, nos quedaremos abrazadas para siempre.

Verá, a veces las amistades no duran y no es culpa de nadie en particular. Es así, sin más.

Por supuesto, para eso primero tenía que decirle que era gay.

Desde que Kyle era pequeño, supo que era diferente, aunque no sabía exactamente por qué. Cuando

Desde que Kyle era pequeño, supo que era diferente, aunque no sabía exactamente por qué. Cuan

No tardó mucho en memorizar el horario de Jason para saber el momento exacto en el que doblaría la esquina y pasaría por su lado.

No tardó mucho en memorizar el horario de Jason para saber el momento exacto en el que doblaría la esquina y pasaría por su lado

Este quiso molerlo a puñetazos en ese mismo instante.

Echó un vistazo a su reloj. Si entraba tarde, a lo mejor nadie se fijaba en él. Por otra parte, a lo mejor todo el mundo se fijaba en él

—¿Eres gay? —preguntó Jason, solo por asegurarse.

El hombre se rio.

—Pues claro.