En general, las ciudades priorizan los principales accesos al centro, y dejan las calles residenciales, las veredas y las zonas escolares para lo último. En cambio, en ciudades como Estocolmo se ha adoptado una estrategia de “igualdad de género” para la remoción de la nieve, que prioriza las veredas, las bicisendas, los carriles de autobuses y las zonas con centros de día, reconociendo que las mujeres, los niños y las personas mayores son más propensos a caminar o usar la bicicleta o el transporte público.