la irrepetibilidad de nuestra persona, junto con la irrepetibilidad de la situación que nos sale al encuentro, configuran una doble responsabilidad del hombre: con respecto a lo que hace aquí y ahora, y que sólo puede hacer aquí y ahora, y con respecto a lo que llegará a ser en el momento siguiente.
LAPIDE: Exacto. Eso supone que el sentido pide acción y es en realidad gemelo de la esperanza. El sentido del hombre concreto se eleva sobre el ser y apunta al deber-ser, a algo futuro.