Adam Zmith

Cada vez que Amália actúa, algo en él está «mal». Su cuerpo no binario es velludo, pálido, percibido como masculino. Por el contrario, la textura de su alma es otra: luz y oscuridad, todos los géneros y ninguno. La criatura es hipnótica: una utopía del ser, libre de categorías, destruyendo las expectativas puestas sobre él.

este libro es un llamamiento a algo, es al placer. Al tiempo y al espacio para soñarlo, planearlo y experimentarlo. Los que disfrutamos con el popper tenemos que apoyarnos unos a otros para centrarnos en el placer, porque la cultura que lo representa no deja mucho espacio para él.

Tener una cantidad divina de opciones trae un problema consigo; cuando es posible escoger qué hacer, quién ser, ¿quién eres? Los habitantes de La Cultura tienen la capacidad de decidir sobre absolutamente todo, así que es difícil saber quiénes son en realidad. Sin sentirse reprimidos, ¿qué crea y define la identidad? Cuando pensamos en nuestras vidas, nuestra sensación de identidad viene de las decisiones tomadas en el marco de la represión que nos vio nacer. Si vivimos sin represiones, ¿cómo podemos siquiera saber quiénes somos?